Control de la potencia ultravioleta
ESMA es una asociación de fabricantes y proveedores europeos de la industria de impresiones especiales, lo cual incluye serigrafía, impresión digital e impresión por tampón.
ESMA es una organización de interés común, financiada por los fabricantes, que realiza tareas propias de dichos fabricantes, lo cual, finalmente, redunda en beneficio de sus clientes.
ESMA organiza seminarios, preparados con bases sólidas, con la finalidad de transmitir informaciones a los usuarios europeos acerca de los procesos especiales de impresión.
ESMA mantiene relaciones estrechas con otras grandes asociaciones profesionales nacionales y paneuropeas de la industria gráfica.
Para un desarrollo uniforme, reproducible y, por lo tanto, seguro, en la producción con endurecedores por luz ultravioleta de tinta de serigrafía, es absolutamente decisivo conocer la potencia UV actual del secador, controlarla y mantener su constancia. Esto es todavía más importante si se piensa que la intensidad de la radiación UV suministrada por lámpara puede variar enormemente en función de la edad de las lámparas, del número de las mismas, del proceso de encendido y de la acumulación de horas de servicio. Por tanto, no es suficiente una indicación que exprese, por ejemplo, 2 lámparas UV a 120W/cm, sino que, para el endurecimiento efectivo de la tinta, son decisivas la energía UV entregada (dosis UV) en mJ/cm2, la correcta focalización del haz al igual que la intensidad de la potencia en picos de luz UV en mW/cm2 – siempre en función de la velocidad de banda ajustada. Si la intensidad de radiación desciende sin que se sepa, se reduce el grado de polimerización de la tinta y, de esta manera, se debilitan sus características, esto es: adhesión, adherencia de sobreimpresión, estabilidad química, grado de brillo y el olor propio de la película de tinta impresa. Esto puede ser una manera de programar con antelación futuras reclamaciones.
Para prevenir esta latente inseguridad, se deben realizar regularmente mediciones en el secador (por ejemplo, semanalmente) empleando una velocidad de banda estandarizada (por ejemplo, 20m/min) con un integrador UV o con una tira de control UV-Tec. Se determinan por separado los valores de potencia de cada lámpara ultravioleta (medición en el centro, a la izquierda y a la derecha) y se anotan los resultados en un pequeño libro de bitácora, tal como se hace con la cantidad de horas de servicio. De esta manera, la producción se mantiene constante y se obtiene en todo momento una amplia visión de conjunto del nivel de potencia del secador UV. También los recambios de lámparas se anotan en el libro de bitácora puesto que estos conducen a un ascenso considerable de la potencia ultravioleta. Es por esta razón que siempre se recomienda el recambio de una sola lámpara, puesto que, de alguna manera, la diferencia de potencia se compensa por medio de la segunda lámpara más vieja y, por tanto, más débil.
Generalmente se emplea el integrador UV en las instalaciones de secado que operan con cintas transportadoras y las tiras UV de control en aplicaciones que carecen de dichas cintas, como sucede en la impresión sobre superficies irregulares, la de etiquetas y la de discos ópticos. También es importante que un secador se mida siempre con el mismo integrador UV y que no se cambien constantemente los instrumentos de medición. Si, de acuerdo con las especificaciones, se vuelve a calibrar el instrumento de medición dentro del lapso de un año, se puede elevar claramente la seguridad en la producción de cada secador ultravioleta aplicando este método sencillo y rápido.